13, Oct, 2013 en Odontología

Sabemos que fumar es un hábito difícil de dejar, pero hay que ser conscientes de que es un mal hábito que no aporta más que problemas a nuestra salud.

En Isidro y Márquez Estética Dentofacial vamos a darte los motivos necesarios, desde el punto de vista de la salud bucodental, para que dejes este dañino hábito. Esperamos que después de leerlos te animes y consigas desengancharte del tabaco.

Los ex fumadores tienen los dientes más blancos. Los dientes tienden a mancharse debido a la acción de la nicotina y el alquitrán que se disuelven en la saliva. Los dientes adquieren un color pardo amarronado que puede llegar a ser negro y son más propensos a la aparición de sarro.

Los ex fumadores tienen menos enfermedades como el cáncer oral. El humo del cigarrillo puede provocar que las lesiones de la mucosa oral evolucionen a carcinoma. En Estados Unidos entre el 80 y el 90% de los casos de cáncer oral vienen provocados por el tabaquismo.

Los ex fumadores tienen menos caries. El tabaco provoca recesión de la encía y por tanto exposición de la raíz del diente al medio oral. Es entonces cuando la raíz, al no estar recubierta por esmalte, duplica el riesgo de caries.

Los ex fumadores tienen menos halitosis. El tabaco altera la flora microbiana de la cavidad oral. Esta alteración tienen consecuencias directas en la aparición de halitosis.

Los ex fumadores tienen menos riesgo de padecer enfermedades periodontales el sarro y la alteración en la flora microbiana de la cavidad oral son los principales factores de aparición de enfermedad en la encía

Los ex fumadores tienen en general mejor salud oral: el tabaquismo incide directamente en la pérdida de tejido alrededor del diente por varios factores. La nicotina tiene un efecto vasoconstrictor de la microcirculación gingival y se reduce el aporte de oxígeno y nutrientes a las encías. El humo del tabaco reduce la capacidad inmunitaria y favorece la aparición de bacterias en la placa bacteriana, ello hace que el diente sea más propenso a la acumulación de sarro y más débil a la acción de las bacterias que se vuelven más agresivas y destruyen los tejidos que sostienen al diente